Si se acerca el gran día seguro que estarás dándolo todo en los preparativos de la boda. ¿Reservaste ya el restaurante? Si es así, toca la parte que más quebraderos de cabeza genera: Hacer la lista de invitados. Y es una tarea tediosa porque siempre surgen dudas a la hora de invitar a determinadas personas o colectivos. Te las resolvemos aquí.
Uno de los principales problemas que surgen es si invitar o no a niños a la boda. Seguramente alguna vez hayas asistido a una boda en la que la mesa de los más pequeños es luego a luego más grande que la de muchos invitados adultos. Hay parejas que tienen solo un hijo, pero hay otras que tienen más de dos y más de tres. ¿Qué hacer? Si decides invitar también a niños a la boda, hazlo, pero sin excepción alguna. Podrías herir la sensibilidad de algunos padres y provocar críticas malintencionadas durante vuestro día. Si no quieres eternizar la lista de invitados, también puedes invitar solo a los niños de los familiares más allegados.
Otra duda que puede aparecer a la hora de elaborar la lista de invitados es si decírselo o no a las personas solteras. ¿Por qué no los vas a invitar? Tal vez en vuestra boda conozcan al amor de su vida. Nunca se sabe. Lo mejor será no discriminar a nadie y si hay varios solteros que se conocen entre sí, colócalos a todos juntos en la misma mesa. Les encantará la idea.
¿Y qué hacer con los compañeros de trabajo? Lo más adecuado sería invitar a los más importantes como a los jefes, pero hazlo solo si tienes con ellos una relación extralaboral, es decir, si quedáis los fines de semana o salís juntos fuera del horario laboral.
También es posible que te pregunte alguien que no está invitado al evento si va a asistir. Si no pensáis invitarle por alguna razón, decidle que por razones de presupuesto pensáis hacer una boda pequeña solo con los familiares. Seguro que lo entiende.