El cine y la televisión nos vaticinaron, años ha, que en estos tiempos que corren estaríamos prácticamente inundados de robots por doquier, ayudándonos hasta en la tarea más nimia. Puede que no hayamos llegado a tanto… pero en el mundo de las bodas empieza a asomar una divertida tendencia.
Si no tenemos intención de realizar una ceremonia religiosa para nuestra boda, si queremos que ese alguien que lleve a cabo el enlace sea realmente especial… ¿por qué no recurrir a un robot? Por peregrina que parezca la idea, lo cierto es que es algo por lo que se han decantado algunas parejas, especialmente aquéllas que se encuentran cercanas a la filosofía DIY, o do it yourself: es decir, quienes hacen uso de sus manos y sus conocimientos de alguna manera para fabricarse un pequeño robot encargado de oficiar la ceremonia o de llevar los anillos.
La norteamericana Laura Cressman fue una de las pioneras en esto: en su boda, en 2007, el encargado de llevar los anillos fue un antiguo robot militar reconvertido en algo mucho más pacífico, de nombre Dragon Runner. Lo que podía haberse quedado en una anécdota aislada se repitió tres años más tarde, esta vez más avanzada: una pareja japonesa decidió que quería ser casada por un robot de unos dos metros de altura, el i-Fairy, que además estaba diseñado para dirigir la ceremonia con su propia voz.
El Weddingbot, ¿un futuro previsible?
El pasado año 2013 apareció en Kickstarter Weddingbot: un proyecto creado por Jon Schmig, de Minessota, consistente en un simpático autómata pensado específicamente para ayudar en las bodas. La campaña de crowdfunding alcanzó su meta sin demasiado esfuerzo, por lo que se supone que en algún momento estos pequeños robots podrían comenzar a volverse más y más populares en las bodas… ¿Lo veremos en un futuro cercano? Por el momento, os dejamos con un vídeo para que podáis ver al Weddingbot en acción, llevando los anillos de boda hasta los novios. El pequeñajo, tras finalizar la campaña, recibió el nombre de Oscar.