Las alianzas sellan el compromiso de un enlace matrimonial en la ceremonia religiosa (por lo general), este símbolo circular demuestra el amor sin fin que uno le entrega al otro. El anillo de compromiso se entrega a fin de que juntos puedan planear la boda y en el final de dicha ceremonia se colocarán las alianzas definitivas en el dedo anular porque según viejas creencias es este se encuentra la vena que llega al corazón.
La costumbre de intercambiar alianzas en las bodas o celebraciones previas es bastante antigua y data del tiempo de los egipcios, se hacían en metal para simbolizar su durabilidad, el hierro era el principal ya que los anillos de oro eran utilizados por magistrados y políticos de la época. Como toda costumbre fue variando como consecuencia de los cambios sociales, hoy los más vendidos en el mercado de las alianzas matrimoniales son los de oro y brillantes a fin de transmitir la fortaleza de los materiales a la relación.
También expresan el estilo de pareja que contraerá enlace, por ello, házlo con tu pareja de manera paciente, con emoción y siempre adecuado a tu presupuesto (no vueles a lo que quisieras, sé feliz con lo que tienes o posterga la fecha y ahorra más dinero) pueden ser de oro, de platino, con diamantes pero lo más relevante es que sean un genuino sello de un comienzo juntos. Ese anillo simboliza la fidelidad infinita y una manera de “unirse” mutuamente, por eso el marido o la esposa nunca han de sacárselos pues estarán indicando que se “quitan” a su cónyuge.
La elección de las alianzas requiere meditación, recorrer lugares y encontrar aquellas que los representen … esas que al verlas ambos queden impactados por la belleza y se sientan identificado con ellas. Son un símbolo que simbolizará la unión que han elegido concretar, por eso tómense su tiempo para hallar las indicadas … no os apureis.
Imagen: Publiboda