Ya sabemos que los costes que puede ocasionar una boda, a veces, no son asequibles para muchas parejas. En algunos países con sectores sociales más humildes esto puede ser todo un obstáculo. Es el motivo por el que se ha creado esta curiosa iniciativa de las bodas colectivas.
El nombre lo dice todo: se trata de bodas en las que un gran número de parejas se casan a la vez para evitar tener que pagar los trámites legales al completo. En algunos casos, se realizan de forma excepcional y son organizadas por los propios gobiernos locales, que son las que sufragan el gasto. En otros casos, son las propias parejas las que comparten entre todas el coste, aunque para ello también se les realiza un precio especial, claro está.
En todo caso, se trata de iniciativas más que loables para que parejas sin recursos puedan cumplir su sueño, y sin duda nos arrojan imágenes que nada tienen que ver con el concepto que tradicionalmente asociamos a la ceremonia de una boda: salas abarrotadas de personas (hasta treinta parejas han llegado a desposarse de esta manera en Tapachula, México) dando el sí, quiero, en lugar de la tradicional intimidad que solemos encontrarnos.
Algo más que una rareza
No se trata de un fenómeno aislado, al menos no en ciertos países. Según El Universal de México, en la capital han llegado a celebrarse en lo que va de año hasta veintiuna bodas colectivas, en las que se han enlazado más de tres mil personas. Lo que resulta mucho más curioso, por ejemplo, es lo que ha tenido lugar en Yemen: una boda colectiva en la que cuatro mil parejas contrajeron matrimonio… pero sólo los hombre estuvieron presentes. La tradición yemení más estricta dicta que hombres y mujeres no pueden estar en la misma habitación, de manera que los hombres asistieron a la ceremonia y las mujeres la celebraron de manera individual en sus casas.