Si somos amantes de las alturas, y sobre todo si compartimos esa afición con nuestra pareja, puede que alguna vez nos lo hayamos planteado: ¿cómo sería celebrar nuestra boda en un globo aerostático? ¿Tenemos garantías de seguridad?
Hace algunos meses llegó a nosotros una de esas noticias escalofriantes, de las que nos hacen desear que nuestros pies no se separen del suelo nunca (un pensamiento que se pasa pronto, por suerte). Una pareja en San Diego, Estados Unidos, decidió celebrar su enlace a bordo de un globo aerostático, pero el momento que debería haber sido dulce y romántico se convirtió en una pequeña pesadilla cuando perdieron altura de manera inexplicable, cayendo sobre el patio de una casa.
Por fortuna, ninguno de los dos sufrió más que lesiones menores. Esta clase de anécdotas nos impresionan, y por supuesto tienen mucho más calado y repercusión mediática que las que poseen un final feliz. Y es que no debemos pensar que una boda en un globo aerostático es poco menos que una temeridad o algo nunca visto. Existen muchas empresas que nos ofrecen este servicio con total seguridad, incluso con un viaje de prueba previo, algo sin duda muy recomendable (especialmente si ninguno de los dos ha volado en globo antes). Si estamos pensando en una boda original, íntima (¡no puede ser de otro modo en ese reducido espacio!), ¿por qué no considerar esta posibilidad?
Y si todavía dudáis, fijaos en estos otros ejemplos mucho más agradables que el anterior: en Castilla y León son ya varias las parejas que se han casado de esta manera, y lo mismo en Segovia hace algunos años. Llama la atención en estas dos noticias que fueron bodas entre personas de edad avanzada. Así que no se trata de una de esas “locuras” sólo destinadas a los jóvenes, está claro. ¡Valor y a por ello! Y si os atrevéis, ¡pasad por aquí a contarnos vuestra experiencia!
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