Es inevitable que el día de la boda te levantarás hecha un lío y con una sensación en el estómago muy rara. Son los nervios. No creas que esto solo te ocurre a ti pues le pasa a muchas parejas cuando se van a casar. Pero en vez de estar pensando una y otra vez en lo que va a suceder y de darle más vueltas a la cabeza, te damos unos consejitos para que combatas esos nervios previos a la boda.
Los nervios comenzarán a aparecer un mes antes del día más importante de vuestras vidas. Para evitar taquicardias y que, en definitiva, os pongáis malos, una buena idea sería delegar un poco vuestras funciones. Buscad o ayuda de un familiar que pueda hacerse cargo de los últimos encargos pendientes o, si no os fiáis mucho, también podéis contratar a un profesional que se ocupe de los últimos detalles de la boda. Ellos sabrán cómo comportarse y reaccionar ante las situaciones más inesperadas.
¿Piensas seguir trabajando hasta el día de la boda? Te puede mantener con la mente ocupada, eso es cierto, pero si tienes que ultimar algún detalle, tu vida se volverá más estresante. Nosotros te recomendamos que te cojas una semanita de vacaciones o unos días libres antes de celebrar el enlace.
El deporte es una buena manera de mantenerse activo y de liberar todo ese estrés acumulado. Si tienes alguna afición deportiva, sal a tomar el aire y a disfrutarla. Si no es así, también te puedes apuntar a un gimnasio, pero eso sí, evita que te machaquen en exceso o el día ‘D’ llevarás unas agujetas terribles.
Hazte una asidua al té y a las tilas mientras no te hayas casado. Las bebidas con cafeína contribuyen a ponernos más nerviosos y eso es precisamente lo que no queremos que ocurra.