Distribuir a nuestros invitados en el banquete de boda puede ser todo un quebradero de cabeza. ¿Qué protocolos o normas podemos seguir para que la tarea se nos haga más llevadera?
Aunque no lo parezca en un primer momento, hay mucho más por lo que mirar en nuestro banquete de boda aparte de evitar sentar a nuestro primo el pesado junto a ese amigo que no lo soporta, o a nuestras tías y tíos en función de su afinidad. Podemos utilizar un par de guías de protocolo muy básicas, al menos para empezar a calcular la disposición de las mesas:
El sistema inglés: en éste, lo normal es que los anfitriones de la boda presidan el lugar colocándose en la cabecera de una mesa rectangular cerca de la entrada. El lado derecho de la mesa tiene que estar ocupado por los allegados directos de la pareja.
En el sistema francés, los anfitriones también presiden, como es lógico en cualquier boda, pero en este caso lo hacen colocados en el centro de la mesa, siendo ésta rectangular y estando también cerca de la puerta.
Como veis, las diferencias son sutiles pero importantes: ya entramos en qué tipo de mesa necesitamos, el tamaño mínimo para que todo estén cómodos… Nuestro consejo es colocar siempre primero la mesa presidencial y decidir a partir de ella cómo disponer el resto. Eso siempre que no lo tengamos ya predispuesto de antemano por parte de la organización del banquete, que sin duda será toda una ayuda.
¿Cuántas personas deben ir en una mesa?
El número de invitados a la boda determinará esto más que ninguna otra cosa, claro, pero como norma general se recomienda no colocar más de ocho-diez personas en una mesa. Y como protocolo, colocar alternativamente un hombre y una mujer. Todo un rompecabezas, ¿verdad? Por último, no os olvidéis de preguntar siempre por necesidades alimenticias especiales: intolerancia al gluten u otros condicionantes que puedan impedir el tomar una comida u otra. Eso también será relevante para saber dónde sentar a cada persona.
