La tiara no ha pasado de moda en décadas, siglos incluso, como complemento para la novia en el día de la boda. Hay algunas pautas que debemos tener en consideración, eso sí, para llevarla como es debido.
Existen hoy en día varios tipos de tiara, y es habitual ver casi todas ellas en las bodas. Podemos decir que se pueden clasificar de más “ostentosa” (aunque realmente no es un complemento que encaje con esta palabra en sentido estricto) a más discreta. La tiara tradicional es la que se coloca por encima del cabello, como si fuera una corona. Otro tipo de tiara, más delgada, se puede colocar encima de un peinado compuesto fundamentalmente por un moño alto. Por último, existen tiaras que se prenden en el cabello, normalmente a un lado, como si se tratara de broches. Elegir una u otra queda dentro de nuestro gusto personal, aunque si nuestro corte de pelo es muy corto lo mejor será una que quede pegada a la frente o al cabello.
¿Qué peinado es mejor?
Aunque se trata de un complemento versátil, lo cierto es que hay peinados que encajan mejor con una tiara que otros. En el caso de que escojamos para la boda un peinado con el pelo suelto o con media cola, podemos ponernos una tiara sin problema alguno. Lo mismo si nos decantamos por el llamado chongo, una forma de peinarse muy popular en los últimos tiempos y que además permite numerosas variantes.
En todo caso, hay una norma común para cualquiera que elijamos: es importante que la tiara sea discreta, que no acapare la atención. Si no destaca en exceso sobre el resto de complementos cuando veamos las fotos de boda, a posteriori, entonces sabremos que ha cumplido con su misión. Mucho cuidado con escoger tiaras exageradas, más propias de otra clase de vestidos (como complemento para fiestas, por ejemplo) que del de novia).