Hemos encontrado el sitio perfecto para celebrar el banquete de boda. Pero, ay, está en lo alto de una sierra, perdido de la mano de Dios. Los autocares se convierten en un punto imprescindible en nuestra lista de planificación; debemos asegurarnos de que todo el mundo sea capaz de llegar… y regresar.
Y es que no es sólo un tema de comodidad, sino también de seguridad. Muchos de nuestros invitados beberán, y está en nuestra mano el facilitarles un medio para que puedan regresar sin tener que coger el coche y ponerse en peligro a sí mismos. Los autocares de boda son la solución, aunque supongan un gasto adicional; siempre está la opción de cobrar aparte el viaje a los que decidan utilizarlos. Por otro lado, lo mejor es confiar en una compañía especializada, ya que probablemente se involucrará de manera más seria y se comprometerá a no dejar a nadie en tierra. No debemos cortarnos en exigir cierta responsabilidad para que el conductor espere un tiempo prudencial y avise antes de cada salida. Asimismo, es importante establecer varios horarios para asegurarnos de que nadie se marcha antes o después de lo que quiere.
¿Entretenimiento en el autocar?
La fiesta puede comenzar en el propio viaje de ida hacia el banquete de boda (en el de vuelta, probablemente la gente esté más interesada en dormitar). Una buena idea es la de animar un poco el tema con música, lo más sencillo, o con algún vídeo creado para la ocasión, algo más complejo y que exigirá mayor tiempo de nuestra parte para prepararlo. Si tenemos un buen fotógrafo que se encargue de la edición de vídeo, o si nosotros mismos hacemos nuestros pinitos en el mundo audiovisual, ésta puede ser una excelente sorpresa que gustará a todo el mundo. ¡Y sin duda irá caldeando el ambiente para lo que viene a continuación!
