Escoger el anillo de boda no puede hacerse a la ligera. No sólo hemos de tomar en consideración lo estético que nos resulte, sino también que sea cómodo para nosotros. No olvidemos que será un complemento que nos acompañará toda nuestra vida, en cualquier momento y situación.
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¿Cómo de grueso debe ser el anillo de boda?
Cada mano tendrá unas necesidades especiales en este sentido, eso está claro. Sin embargo, suele decirse que cinco milímetros de grosor es la medida estándar para cualquier tipo de dedo, para que nos sintamos cómodos en todo momento. De ahí en adelante, claro está. Menos de cinco milímetros dará como resultado un anillo de bodas demasiado fino y probablemente frágil.
¿Un solo color o varios?
El anillo de boda tradicional, el que seguro que todos tenemos en mente ahora mismo, es el que es liso y dorado. ¿Pero por qué no pensar en algo más original, a nuestro gusto? Tenemos diseños que se componen de varios aros insertos entre sí, incluso móviles (en este caso se conocen como “anillos antiestrés”); u otros que combinan dos colores que encajan a la perfección como son el dorado y el oro blanco. También podemos optar por un exterior de plata y un interior de oro… En definitiva, que no nos tiemble la mano a la hora de preguntar por diferentes diseños, más originales y modernos, a nuestro joyero. ¡Seguro que tiene mucho que enseñarnos!
¿Qué es el confort-fit?
Puede ser muy frustrante no encontrar un anillo de boda que nos quede bien; nos probamos un modelo tras otro y las molestias son continuas… En estos casos, no hay por qué desesperar, sino sencillamente preguntar por un modelo de confort- fit. Tal como indica su nombre, se trata de anillos diseñados para ajustarse sin problema a cualquier tipo de dedo, mediante un interior con metal añadido (normalmente platino o acero) que mejora su ergonomía y capacidad de adaptación.
