Los brindis son frecuentes en las fiestas de Navidad, en las reuniones donde se celebra un evento determinado y, sobre todo, en las bodas, momento en el que tanto los novios como los padrinos aprovechan para decir algunas palabras de alegría y buenaventura.
Pero, ¿por qué brindamos con cava o champagne?, ¿de dónde viene esta tradición? Para saberlo, nos tenemos que remontar al siglo XVI, momento en el que el ejército del rey Carlos V celebró que había salido victorioso de una batalla y, para ello, sus componentes llenaron sus copas de vino y las alzaron mientras pronunciaban las palabras bring dir’s, que en alemán significan “yo te lo ofrezco”. A partir de ese momento, se extendió esta práctica de celebrar de este modo los grandes acontecimientos, la cual ha llegado hasta nuestros tiempos, aunque se pueden encontrar multitud de historias sobre esta costumbre.
Por otro lado, el choque de las copas al brindar también procede de tiempos inmemoriales, ya que los monarcas y nobles unían sus vasos de este modo para que el líquido de ambos se mezclara y demostrar así que el licor que contenían en su interior no estaba envenenado.
En cuanto al cava, esta bebida ha ido sustituyendo al vino en los brindis que tienen lugar en las bodas hasta llegar a implantarse como el licor principal en los brindis debido, principalmente, a que posee el color del oro y un sabor suave y agradable digno de los paladares más exigentes.
Como ves, nos encontramos ante una tradición que tiene sus orígenes en varios siglos atrás y que parece que seguirá viva durante mucho, mucho tiempo.
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