Una vez que se ha dado el si, me quiero casar contigo, empieza la carrera en contra del reloj para hacer que la boda de tus sueños se lleve a cabo…pero.. empieza la presión del famoso y necesario presupuesto.
Aunque toda pareja es dintinta y por ende, toman decisiones muy variadas en cuanto al manejo del dinero y de los recursos durante la planificación de su boda, es sumamente importante establecer un presupuesto alrededor del cual se diseñará el evento. Esto, sin importar el tamaño o estilo de la boda, a menos claro, que poseas una fortuna que respalde tus impulsos sin restricciones, de lo contrario, a presupuestar se ha dicho!
Claro que el tamaño, estilo, época del año, si influirán en que se requiera más o menos fondos, factores que se deciden en pareja. Recuerden conversar sobre esto con el mejor de los ánimos, sin presiones de terceros y con la mejor disposición de llegar a un acuerdo sensato y accesible para su situación económica-social.
Puedes tomar la recomendación de amigas o familiares que se hayan casado recientemente, quienes seguramente te pueden referir proveedores como banquetes, músicos, decoradores, etc., algo que facilita y ahorra tiempo ya que si están siendo recomendados es porque han probado brindar servicios de calidad.
Siempre les aconsejo a las parejas revisar el presupuesto al menos una vez al mes, y verificar que se esté respetando o bien, ver qué gastos no habían previsto, algo más común de lo que piensas.
Por último, como hablabamos en el último post, el secreto está en los detalles, no es necesario que empieces tu vida matrimonial con deudas. 
Fuente: Martha Stewart | Imagen: Love to know
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