Que en ciertas zonas de nuestro país hay un excesivo amor por las explosiones y las ruidosas bombas de estruendo no es ninguna noticia, para muestra solo ver las fabulosas mascletás de Valencia año a año en época de Fallas. Pero, me pregunto, ¿es algo apropiado trasladar esta afición a las celebraciones de bodas?
Y no es una pregunta sin sentido habida cuenta de que son cada día más las parejas que eligen demostrar su felicidad con este tipo de costumbres, ya sea al finalizar la ceremonia religiosa, como a la salida del Ayuntamiento o la llegada al sitio del banquete. Es comprensible la euforia del momento, pero una vez más, ¿son los explosivos un buen símbolo para una celebración de la magnitud de una boda?
No dudo que quienes utilizan este tipo de recursos para demostrar o transmitir al resto la dicha de ese momento lo hagan con la absoluta convicción de que esta es la mejor forma de hacerlo. Y eso es lo que nos lleva a respetar este tipo de demostraciones.
En tal caso, lo que deseamos es saber si se trata de algo que está de moda o simplemente son personas muy ligadas a tradiciones como la de las Fallas Valencianas. Y para eso, qué mejor que nuestras lectoras; quienes nos podrán decir si les parece una buena idea para celebrar sus bodas. O por el contrario, a qué atribuyen esta nueva costumbre de utilizar explosivos para la celebración de bodas. Esperamos tu opinión al respecto a través de los comentarios.
