Los electrodomésticos y aparatos básicos para la vida en común

comprar televisor

Si estamos preparando un piso para la vida en común, para antes o después de la boda, no debemos volvernos locos con los electrodomésticos. Tendremos muchas cosas que preparar, algunas que surgirán solas y otras que podremos planificar con tiempo… así que hay que comenzar pensando en lo imprescindible.

“Lo imprescindible” no es un término absoluto, ni mucho menos, aunque nos parezca lo contrario, sino algo cambiante en función de la persona. Esto cobra más sentido aún si hablamos de una pareja. Cuando preparamos una boda nos damos cuenta de lo mucho que puede variar este concepto, y lo mismo sucede a la hora de acondicionar un piso o una casa para convertirlo en un hogar.

Si tenemos la posibilidad de reutilizar muebles como sofás, sillas, mesas en buen estado… no debemos dudar en hacerlo. Pero en el caso de los electrodomésticos y aparatos electrónicos de mayor uso, siempre es mejor empezar desde cero y asegurarnos de que su vida útil comienza al mismo tiempo que nuestra nueva etapa. Nos ahorraremos disgustos, y sobre todo realizar gastos adicionales (si vamos a costearnos una boda será algo que agradeceremos).

Confiad en las tiendas online

Muchas tiendas físicas de confianza tienen ofertas especiales en sus versiones online, pensadas para quienes no tienen la facilidad de desplazarse con frecuencia para comparar precios. Por ejemplo, si estamos buscando comprar televisores al mejor precio nos será mucho más cómodo localizarlos a través de metabuscadores; muchos de ellos nos evalúan y comparan al instante sus características. Lo mismo sucede con lavadoras, lavavajillas, cocinas…

Nuestra recomendación general, para que no os desquiciéis, es que hagáis una lista de lo que utilizaríais en un día normal y corriente cuando estéis viviendo juntos. Y centraos en eso, nada más. Al menos en la primera “tanda” de compras. Evidentemente, con el día a día irán surgiendo nuevas necesidades y empezará a moldearse en torno a vuestro entorno y realidad común ese concepto de “lo imprescindible”.