Se acerca el verano, y con él las bodas al aire libre, en jardines, patios… ¿y playas? No es descabellado, y si se planifica bien no tiene por qué ser una incomodidad ni para los novios ni para los invitados, sobre todo en cuando a vestimenta.
En el caso de los novios, la indumentaria no tiene mucho misterio, o no hay demasiadas opciones: lo más habitual es que sean los modistas quienes se encarguen de hacer trajes a medida, siguiendo sus indicaciones y preferencias, suficientemente cómodos para el lugar escogido y al mismo tiempo tan elegantes como cualquier otro. ¿Pero qué sucede con los invitados? ¿Qué es lo más adecuado si nos encontramos en este otro lado?
Es posible que sean los propios novios quienes establezcan unas pautas de indumentaria para la boda, para facilitarnos el trabajo. En caso de que nos den vía libre, aquí tenéis algunas recomendaciones:
- Dedicad todo el tiempo que sea necesario al calzado. Vamos a estar mucho tiempo de pie, y otro tanto caminando si la recepción tiene lugar en la playa, por lo que es importante escoger zapatos que nos se anclen en la arena o que se vean inundados por ésta. Seguro que encontramos sandalias cómodas y que dan el pego para la ocasión.
- Escoged ropa ligera y abierta (algo que evidentemente se os pasará por la cabeza teniendo en cuenta la temporada), y a ser posible de colores claros. Podemos ir directamente a por el blanco, y nos aseguraremos de no achicharrarnos si el día se presenta caluroso.
- ¿Nos hemos comprado una estupenda pamela para la última boda a la que acudimos. Estupendo, dejadla en casa. No está de más que llevemos un sombrero para protegernos del sol, pero mejor será dejarnos de exquisiteces y optar por uno práctico, que cumpla con su función y que no vaya a salir volando debido a una ráfaga repentina.
Auto Amazon Links: No se encontraron productos.