Regresa el vouyerismo – ;

La mirada del otro sobre nuestro ser o bien posar nuestros ojos sobre la persona deseada tiende a ser el primer peldaño del sexo que, dotándolo de la intención correcta, puede transformarse en un acto revestido de alta capacidad erótica. El hombre es sin lugar a dudas la clase más visual y el vouyerismo podría definirse como el interés sexual o bien la práctica de espiar a la multitud en hábitos íntimos de carácter privado. «Jamás podré olvidarme de la imagen de mi vecina saliendo de la ducha con su extendida melena castaña totalmente pegada a la piel lisa y dorada de su espalda. tendría quince años y observaba oculto en la cortina de mi habitación como se sentaba sobre la cama desviste, cruzaba las piernas y se aplicaba crema en los brazos, el vientre y los muslos para después centrarse en sus pechos que masajeaba con suavidad hasta el momento en que los pezones rosados se erizaban arrogantes. Un día levantó los ojos y me descubrió del otro lado de la ventana. continué inmóvil, paralizado por la vergüenza. entonces apoyó los codos en la sábana, acostó la cabeza hacia atrás y abrió las piernas regalándome una visión única de su privilegiada anatomía» –cuenta Luís, un médico de Bilbao que transporta años llevando a la práctica el «voyeurismo».

En la película “Doble cuerpo”, de Brian De Palma, un actor de películas de terror que es descuidado por su mujer se traslada a un apartamento lugar desde el que cada noche es testigo de la privacidad de una mujer ignota que se expone en un sensual espectáculo erótico. Imagen vía dvdbeaver.com

Objeto de deseo


Quizás te excite la iniciativa de enseñarte en todo tu esplendor enfrente de un irreconocible o bien dejes las cortinas abiertas deliberadamente en el momento en que te cambias la ropa. Esta conducta exhibicionista puedes canalizarla de forma saludable hacia prácticas eróticas que te dejen presenciar con tu inclinación a enseñarte. La ventana tiende a ser el primer ámbito elegido por la gente a las que les agrada este juego. Si tienes un vecino o bien vecina en el punto de atención que te ayuda de espectador, puedes comenzarte con un sutil juego de sombras con la cortina por el medio para corroborar si la otra persona está en sintonía con tus deseos. Si es de esta forma puedes ir de menos a más dando cada vez algo más de ti, poniendo a prueba tu pudor y jugando con su deseo. Otra alternativa puede ser el lanzarte a esta actividad a ciegas, sin receptor popular, transformando el acto en sí en una manifestación directa y personal de tu impulso más de adentro. Aún de este modo puedes llevar a cabo una suerte de ritual, un orden que va a hacer actualmente algo más controlado y divertido para ti y que tus espectadores, que seguramente los tienes, desearán continuar hasta el punto de transformarse en adeptos de tus sesiones.

Un grupo de lencería sugerente y la actitud correcta tienen la posibilidad de transformarse en los especiales socios de tu instante voyeurista ayudándote a sacar de ti la diosa que llevas dentro. Imagen vía agentprovocateur.com

Testigo permitido


El «voyeurismo permitido» o bien buscar un testigo para vuestras relaciones íntimas es una práctica que hoy en día está en rema. Cada vez es más recurrente entre parejas a las que les agrada evaluar con novedosas vivencias el integrar a una tercera persona que se limite a observarles en sus instantes de privacidad. «No tiene que ver con llevar a cabo un trío, ya que a la persona convidada no le está permitido intervenir de entrada. La primera oportunidad que mi marido y probamos fue de forma accidental en la casa de unos amigos donde nos habían invitado a una celebración. En el momento en que ahora llevábamos un largo tiempo bailando y tomando copas empezamos a besarnos y procuramos una habitación para aliviar nuestros apetitos. Abrimos una puerta y nos lanzamos sobre entre las camas de una cuarta parte sin prender la luz. Como pudimos nos arrancamos la ropa y empezamos a llevar a cabo el cariño muy excitados mientras que nos afirmábamos cosas calientes el uno al otro. Entonces me senté encima de y comencé a desplazar mis caderas en círculos muy despacio hasta el momento en que los dos alcanzamos un profundo orgasmo. Al finalizar descubrimos en la penumbra de la habitación que no estábamos solos. En cama anexa, a solo unos centímetros de , se encontraba Andrés, un amigo común que se había tumbado para reposar un rato y que en este momento nos miraba en silencio con intensidad. Sin mediar palabra aproximé mis labios a los de mi pareja, le besé intensamente y volvimos a llevar a cabo el cariño, en esta ocasión sintiéndonos vistos, en entre las vivencias más profundas que he vivido en mi vida» –nos comenta Isabel, una interesante traductora de Alicante.

En “Monseir Hire”, de Patrice Leconte, el personaje principal vive ofuscado con Alice, una hermosa joven que vive en el estudio de enfrente y a la que mira desde hace unos meses. Todo se complicará para al verse implicado en el homicidio de una joven. Imagen vía shangols.canalblog.com

Compañeros de juegos


Es posible que la iniciativa de ingresar un amigo o bien popular en vuestra vida íntima les genere pudor o bien no les resulte apetecible ni deseable por distintos fundamentos. La existencia de un irreconocible o bien ignota puede además añadir un plus de morbo y secreto a la situación. Mas ¿dónde comprender a personas con intereses que les produzcan seguridad? Hoy en día la red pone a tu predisposición multitud de páginas en las que entablar contacto con personas que poseas exactamente los mismos intereses que nosotros. Aunque hay páginas preparadas de forma exclusiva en contenidos voyeur como www.voyeurweb.com o bien www.privatevoyeur.com,donde vas a poder hallar fotografías, vídeos y material basado en el voyeurismo, existen muchas parejas que eligen por páginas de trueque para ofrecer con la persona correcta. El fundamento es que los swingers están más familiarizados con esta clase de práctica y además, el ser testigo de nuestros encuentros no ya no es una participación en vuestra vida sexual, aunque sea de forma pasiva. Quién sabe si más adelante les apetezca ir más allá y también integrar a esa persona o bien a otra pareja en nuestros juegos.

Marion es una joven de 15 años que sucede el verano en la costa atlántica francesa en casa de su prima Marion, una hermosa joven con una activa vida sexual que tiene maravillada a Marion, la que les espía en misterio. Esta es la trama de “Pauline en la playa”, una cinta de Eric Rohmer donde se habla el despertar sexual de una curiosa joven. Imagen vía sensacine.com

Hay varias personas que cuando han vivido en su piel la vivencia de ser visto, requieren algo más y quieren evaluar con vivencias más profundas. Para eso existe la oportunidad de asistir como principiante a un club de baile erótico o ayudar a las audiciones que periódicamente hacen. «Llevaba tiempo mostrándome frente otros, primero desde mi habitación, después en algún club de trueque donde asistía a solas para ser mirada. Un día vi el aviso de un club donde procuraban bailarinas eróticas. Totalmente depilada, asistí a la prueba a la que me presenté vestida con un provocativo grupo de lencería, un par de zapatos de tazón de diez centímetros y la melena suelta. En el momento en que empecé a moverme sobre el ámbito me sentí más libre y femenina que en mi vida. Al ver la mirada de otra gente sobre mi piel desviste percibí como mi cuerpo empezaba a fluir sobre el ámbito levemente iluminado de forma natural. He vuelto a asistir en numerosas oportunidades y desde el momento en que bailo he descubierto una sección fundamental de mi feminidad» –cuenta la joven y interesante Esther desde La capital de españa.

“La ventana indiscreta”, de Alfred Hitchcock, es un título tradicional del voyeurismo donde James Stewart interpreta a un notero gráfico que se ve obligado a mantenerse en el hogar descansando con la pierna escayolada. Ver por la ventana, que al comienzo se transforma en una distracción, acaba transformándose en una obsesión que lo ocupa a tiempo terminado. Imagen vía cinematte.com.es

Es posible que gozes viendo, siendo mirado o bien distribuyendo con tu pareja ciertas dos ocupaciones. Escucha las señales de tu cuerpo y atrévete a evaluar con entre las vivencias eróticas que más seguidores está juntando en los últimos tiempos. Conviértete en el objeto de exitación que exalte tus sentidos y déjate llevar por el ritmo que marca tu deseo. ¿Estás preparada para explotar la versión más morbosa de ti misma?

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