Se habla mucho (¡muchísimo!) de los consejos de maquillaje, de peluquería, de manicura de la novia para el gran día… ¿pero qué hay de él? ¿Cuáles son los principales aspectos de su físico que debe cuidar?
Lo cierto es que el trabajo en este sentido del novio es mucho menor, eso está claro, pero no significa que no haya nada que hacer. En lugar de pensar en maquillaje, como ella, lo que él debe hacer es atender a esos elementos que resultarán visibles a primera vista o que resaltarán en las fotos. Los dientes, por ejemplo. Vamos a empezar a planificar la boda al menos con un año de antelación, normalmente, así que hay tiempo de sobra para esos arreglillos en la dentadura que venimos postergando…
En cuanto a las manos, otra de las zonas del cuerpo que van a ser retratadas con frecuencia durante la boda (al poner el anillo, al entregar las arras…) tampoco está de más que nos preocupemos de arreglar las uñas, algo muy sencillo que no nos llevará demasiado tiempo ni nos hará rascarnos demasiado el bolsillo.
Cuidado con los excesos en la comida
Ellas se preocupan mucho por el hecho de “no caber dentro del vestido de novia”… pero también es un problema que puede afectar a los hombres, por supuesto. ¡Mucho ojo con pasarnos con las comilonas y no entrar en los pantalones del traje!
El descanso, fundamental
Hay un consejo básico para el cuidado del físico, que vale tanto para él como para ella: el descanso es igual de importante que cualquier otro preparativo. Si estamos acostumbrados a un ritmo de vida frenético o estresante, a trabajar, hacer deporte, ir apresuradamente de un lado para otro… todo lo que lleva aparejado preparar una boda sólo servirá para hacer mella en nosotros y aumentar nuestro agotamiento, corriendo el riesgo de que todo ello “reviente” en el día del enlace. Debemos tratar de eliminar las preocupaciones superfluas conforme se aproxime la fecha señalada, en la medida de lo posible, y no realizar esfuerzos físicos innecesarios que puedan pasarnos factura.