Regresa True Blood, regresa la sangre y regresa, al fin, lo que en un comienzo tenía y se perdió por el sendero: el importancia de los vampiros.
Los pobladores del relajado pueblo de Bon Temps (Luisiana) vieron hace 5 temporadas cómo los vampiros salían a la luz y se integraban en la sociedad de america por medio de la sangre embotellada True Blood y la desprendida aceptación ciudadana. En todo este tiempo, los vampiros fueron la menor de sus intranquilidades: todo tipo de criaturas sobrenaturales (ménades, brujas, espectros, hombres lobo, hadas ) conminaron la pacífica vida sureña.
Posters de la 6ª temporada en HBO
Llega la 6ª temporada y la convivencia entre los vampiros y los humanos será puesta a prueba. El combate directo de las dos especies, pospuesto una temporada tras otra, va a tener sitio por fin. La sangre sintética escasea y las calles se vuelven peligrosas. Un nuevo personaje, el gobernador de Luisiana, va a tomar medidas extremas en un intento por reducir el terror.
Mas el terror aún no lo vieron venir y tiene forma y nombre popular: Bill Compton. No entendemos exactamente en qué se transformará, mas no pinta bien. Y, como siempre, los inconvenientes acecharán a Sookie Stackhouse, la camarera con la capacitad de capturar los pensamientos extraños, que va a correr en este momento más riesgo que jamás.
La 6ª temporada dió comienzo justo donde la 5ª lo dejó y los avisos de los recientes episodios hacen entender dos cosas: una, que nadie vive para toda la vida; y dos, que mucha sangre será vertida.
La emisión de la sexta distribución ahora dió comienzo en EEUU el 16 de junio y, un día siguiente, en España, a través de Canal + (Sangre Fría, en castellano). El primer episodio fué comandado por Stephen Moyer (que proporciona vida a Bill Compton) y, de forma no oficial, el conjunto dejó entrever que la serie va a tener cuando menos dos temporadas más.
Comentan que este año va a haber más sorpresas de las comunes y las cosas no van a ser como aparentemente parecerán en un comienzo. La novedosa temporada viene fuerte. Ojalá no defraude y se quede en un espejismo, porque no sería la primera oportunidad.
Alexander Skarsgård es Eric Northman. Foto: John P. Johnson/HBO
Ryan Kwanten y Anna Paquin son los hermanos Jason y Sookie Stackhouse. Foto: John P. Johnson/HBO
Stephen Moyer es Bill Compton. Foto: John P. Johnson/HBO
Y sucede que True Blood, la serie estival más especial de la HBO, que ocupa en este momento el lugar dejado por Juego de Tronos en las noches estadounidenses de cada domingo, fué perdiendo fuerza de a poco; podría decirse que vino tolerando un progresivo desangramiento.
Fantasía, drama, amor, guiños de humor ¿bastante que cubrir? True Blood tuvo tramas excelentes, mas muy mal resueltas. Y ese es su enorme fallo, demostrado una temporada tras otra. Lo que comenzaba realmente bien, terminaba muy mal: un final excesivamente fácil daba al garete con el interés desarrollado, volatilizándolo y reduciéndolo a la nada en un momento.
Sin embargo, el carisma de sus actores y el subrepticio (aquí más que patente) erotismo que los vampiros han destilado desde Drácula, hicieron que se prosiga sosteniendo de pie. Eric Northman y Bill Compton, los personajes principales vampiros, son profesionales en susurros y caídas de ojos seductoras. ¿Bastante? Quizá no.
Los 10 nuevos capítulos garantizan luchas de poder, corrupción y mucha sangre, más que jamás. La batalla entre humanos y vampiros va a marcar el razonamiento, con novedosas caras y un nuevo showrunner: Brian Buckner. Esta será la primera temporada que no va a tener adelante a su constructor Allan Ball (A dos metros bajo tierra), quien empezó la aventura televisiva de los vampiros de la HBO en 2008, tras conocer en la consulta de un dentista la saga de libros «Southern Vampire Mysteries» de Charlaine Harris, donde está basada.
Comienza el verano y comienza True Blood. Empieza una exclusiva pelea entre el bien y el mal, el cariño y el odio, la vida y la desaparición. ¿Cuántos pobladores de Bon Temps subsistirán? ¿Cuántos espectadores de True Blood aguantarán?