Una boda en gravedad cero

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¿A quién no le gustaría que el día de su boda fuera casi “de otro planeta”? Tras este chiste tan malo, queremos hablaros de una posibilidad idónea para los amantes de los cohetes y la carrera espacial: la de casarse en gravedad cero.

¿Es posible casarse en el espacio? Ahora que los viajes al espacio comerciales parecen cercanos, o al menos se han convertido en un tema de debate mucho más frecuente, así como la posibilidad de orbitar alrededor de la Tierra, no son pocas las compañías que se han planteado ofrecer esta posibilidad para celebrar bodas. Entre ellas tenemos la japonesa First Advantage, que propone realizar el enlace en una pequeña cápsula a 100 kilómetros de altura. El plazo de reservas para ello se abrió en 2008 y desde entonces ha contado con una gran acogida. El precio no es moco de pavo, como podéis imaginar. Si os sobran un par de millones de euros os lo podéis plantear.

Casarse flotando es más sencillo

Las bodas en el espacio puede que sean todavía un proyecto, pero casarse en gravedad cero no es tan complicado. Al menos no en cuanto a medios, ya que es posible emular esa condición en la misma Tierra, como sabemos bien. En 2009, de hecho, la pareja compuesta por Erin Finnegan y Noah Fulmor decidió unirse para siempre de esta manera, y para ello contaron con la ayuda de la compañía Zero G. Ésta puso a su disposición un Boeing 727-200 modificado pertinentemente para imitar las condiciones de ingravidez que pueden encontrarse en una estación espacial. Incluso un ex astronauta, Richard Garriot, co fundador de la compañía, fue el encargado de oficiar la ceremonia.

Toda una locura digna de verse, según nos cuentan los testigos. Invitados flotando por los aires, novios que apenas consiguieron atinar a darse un beso… Pero sin duda un recuerdo que pocas personas pueden atesorar; una boda inolvidable y plagada de anécdotas como ninguna otra.