Junichiro Tanizaki: Las hermanas Makioka

«Sasameyuki», el título original japonés de esta novela, significa «nieve que cae rápida». Esa es la impecable imagen para determinar este libro pausado y especial que se enfrentamiento entre la melancolia del pasado y un futuro en que nada será como antes.

Poco antes que empieze la 2ª Guerra Mundial, de que El país nipón se involucre en la contienda y sus emperadores dejen de tener carácter divino, una vieja familia de Osaka pelea contra la caída y el cambio de los tiempos, intentando de sostener una prosperidad que ahora solo perdura en las psiques de los que conocieron sus viejas glorias.

Tsuruko, Sachiko, Yukiko y Taeko son 4 jóvenes y guapas hermanas huérfanas, ámbas primeras ahora casadas, ámbas segundas por desposar. Una aceptable boda es la misión de toda joven de Japón de buena familia, «la muchacha que va a casarse debe dejar de preocuparse de cómo se sostendrá». Mas todo tiene unas reglas a continuar: ingresar o bien salir de una habitación necesita llevarlo a cabo por orden estricto de edad y lo mismo pasa al casarse; Yukiko debe ser la próxima, y hasta el momento en que no lo logre, Taeko no puede llevarlo a cabo.

NOVELA – Siruela, 2013. 576 páginas. 24,95 euros

La tradición, la perfección de modales y la mansedumbre femenina es lo frecuente y deseable en un planeta lleno de convenciones sociales donde todo es cuestión de apariencias: no ofrecer que charlar, evadir el qué afirmarán. Sin embargo, el imperio nipón está a puntito de convulsionarse y confrontar al abismo de la modernidad. La primera en subirse al tren del cambio de los tiempos será la hermana pequeña, Taeko, que impaciente por legitimar sus relaciones segregas con un hombre frente el planeta, «se encontraba preparada para hacer sus deseos sin recomponer en el trastorno que ocasionaba ni en los comentarios que podía ocasionar».

Y sucede que su espera era extendida; desposar a Yukiko no era fácil. «Había nativo de un año aciago. En Tokyo, el Año del Caballo es en ocasiones infausto para las mujeres. En Osaka, por contra, es el Año del Carnero el que priva a una chavala de hallar marido». La tercera de las hermanas alcanzó ahora los 30 años y prosigue soltera. Hallar un marido correcto para es tarea y elección de la vivienda primordial: la hermana más grande y su marido, como cabeza de la familia Makioka. Un trabajo duro en el que tiene la asistencia de la dueña de un salón de hermosura del que las hermanas son habituales clientas; la señora Itani, especialista casamentera, muestra a la familia distintas aspirantes.

Y de esta forma, se marchan pasando los «miai» o bien cenas formales a fin de que los probables futuros marido y mujer se conozcan, siempre festejados en días propicios a la buena suerte según el horóscopo. El pretendiente acostumbraba a buscar una hermosura típicamente de Japón, «gentil, plácida, divertida, con la capacidad de llevar vestidos nipones. No importaba cómo le quedaran los trajes extranjeros. Además deseaba un rostro hermoso, naturalmente, mas básicamente deseaba manos y pies lindos». Por su lado, los Makioka deseaban un hombre con dinero, de buena familia y buen bebedor, «la visión de ver a Yukiko casada con un abstemio parecía de forma intolerable lúgubre».

Mas las negociaciones maritales son frágiles. Agencias de detectives estudian los más recónditos antecedentes familiares, la salud, los aspectos del carácter y no era extraño hallar una contrariedad insuperable que llevara al rechazo. Y sucede que las hermanas «recordaban todas y cada una el lujo de los últimos tiempos de la vida de su padre y la dignidad del apellido de los Makioka; en una palabra, eran esclavas del apellido familiar, del hecho de que eran integrantes de una vieja y honorable familia. En su promesa de hallar para Yukiko un marido digno, habían rechazado todas y cada una de las proposiciones que les habían llovido a lo largo de los años precedentes», ganándose con esto la hostilidad de varias familias.

Junichiro Tanizaki, en 1913

Junichiro Tanizaki (Tokyo 1886 – Yugawara 1965) fue entre los más importantes escritores nipones del S.XX y finalista candidato al premio Nobel en 4 oportunidades. «Las hermanas Makioka», novela redactada desde una visión femenina, es su obra culmen y un libro que necesita una predisposición distendida y sosegada de la cabeza. La historia fluye parsimoniosa, sin enormes hechos. Los meses, las estaciones y los años van pasando inapreciablemente mientras que somos presentes de la forma de pensar de las mujeres en el El país nipón de mediados del pasado siglo, con todo cuanto ello acarrea.

No obstante, esto no le resta hermosura, es el reflejo de una época. Sus páginas están infestadas de frágiles estampas de la vida de Japón: gastronomía, indumentaria y hermosura, recitales de música y baile, distribución de las viviendas, cacerías de luciérnagas, peregrinaciones vernales a Kioto para poder ver los cerezos en flor… «Las hermanas Makioka» se encuentra dentro de las joyas de la literatura de Japón del S.XX y un catálogo de prácticas de la decadente aristocracia japonesa.