Muchas parejas piensan a fondo la música que utilizarán cuando llegue el momento del baile, ¿pero qué hay de la propia ceremonia de boda? Si se trata de una boda católica, debemos tener claro qué música es adecuada para cada momento.
Siendo como es una misa, cada momento de la misma tiene un tono determinado, y en el día de la boda debemos saber escoger qué música entronca con ellos. Si escogemos a un músico profesional, un cuarteto de cuerda, un coro… es posible que ya tengan el repertorio fijado y nos ayuden mucho en este sentido; tan sólo tendremos que escoger de entre las opciones que pongan a nuestra disposición. ¿Pero y si vamos a llevar nosotros la música para que se retransmita “en diferido”? ¿Cómo escoger?
La alegría de la llegada
Con la música de entrada normalmente no hay duda: hemos visto ya suficientes bodas como para reconocer la marcha nupcial, una melodía alegre y rítmica que cuenta con innumerables variantes. Ya en la propia misa, el momento tras la lectura del Evangelio también suele ser propicio para una música alegre.
La solemnidad de los salmos
Otros momentos exigen una música más solemne, de recogimiento. Suelen ser la lectura de los salmos y la comunión, que además puede ser larga en función de la cantidad de gente que se acerque a tomarla. Aquí es importante que escojamos una pieza que dure lo suficiente. Mejor que tenga que cortarse a que resulte demasiado breve…
El rito del matrimonio y la salida
Éstos son los momentos de la boda en los que alguien tiene que llorar, está claro. Y la música puede ayudar mucho a ello. Para el momento de entrega de los anillos, las arras… una melodía íntima y romántica es la más adecuada. Cuando los recién casados estén saliendo de la iglesia, entonces es importante que se combine ese mismo romanticismo con una explosión de alegría. ¡Una música que incite a todo el mundo a gritar “vivan los novios”!
¿Os parece complicado? En realidad no lo es; seguid estas premisas básicas, o si andáis escasos de ideas buscad en Internet sugerencias para cada momento. Es cuestión de escuchar y escuchar… ¡seguro que acabáis encontrando lo que deseáis!