¿Un brunch en lugar del tradicional banquete? ¿Es eso posible? Os damos algunas ideas para que aprovechéis sus ventajas y le deis un sabor british a vuestra boda.
Lo vemos a menudo en películas, series, y es una opción que cada vez ofrecen más cafeterías: el brunch es esa especie de desayuno de media mañana un tanto más abundante que el primero, que los británicos han popularizado como forma de coger fuerzas para seguir tirando el resto del día. O como esnobismo, depende de cómo se mire. En todo caso, si no se os ha ocurrido adaptarlo a vuestra boda, ¿por qué no pensar en ello unos instantes?
Si queremos que nuestra boda sea sencilla, apenas la celebración y un receso posterior para estar con nuestra familia y amigos, podemos cambiar las tornas habituales: celebrarla muy temprano y amenizar luego la celebración con un brunch. No es demasiado habitual, es cierto, pero es una excelente idea para las bodas que no quieren complicarse la vida. Incluso para ahorrar en el siempre costoso banquete. No hace falta que el brunch se centre, como podemos pensar, en huevos y bacon: podemos incluir en el menú pasteles, tortitas y demás complementos de un desayuno dulce. Y una vez llegado el mediodía, marchar a casa a descansar.
Otra posibilidad: el brunch previo a la boda
Aunque la idea que os hemos planteado seguro que interesará a muchos, otras parejas preferirán no salirse demasiado de los raíles y seguir la tradición del banquete de boda. Perfectamente comprensible. Pues bien, en ese caso os proponemos otra cosa: celebrar un brunch a modo de bridal shower, antes de la ceremonia en sí, para que la novia pase un tiempo con sus amigas íntimas o damas de honor agradeciendo sus atenciones y su ayuda. Lo mismo puede hacer el novio con sus amigos, claro está. En todo caso, no hay que desaprovechar las opciones que nos ofrece el brunch como “pequeño almuerzo” agradable y sin complicaciones.